La pasada semana hablamos con Melendos, una plataforma web especializada en la búsqueda de abogados penalistas en Madrid y en otras capitales de provincia y grandes ciudades españolas. Durante la charla, sus responsables nos comentaron que los constantes cambios en la legislación penal tienen un efecto colateral negativo.
Cada vez es menos raro que una persona que siempre ha observado una conducta intachable tenga que enfrentarse a un proceso judicial en el que sea acusado de, sea cierto o no, haber incurrido en la comisión de una conducta tipificada legalmente como delito.
De hecho, tampoco es infrecuente que, en esos casos, el implicado ni siquiera sea consciente de haber incurrido en una conducta delictiva. Y es entonces cuando tendrá que preocuparse de que le defienda un abogado que sea un auténtico experto en Derecho Penal, es decir, un abogado penalista.
Se trata de un jurista que ha finalizado su carrera de derecho escogiendo la especialidad de Derecho Penal.
¿Y qué es el Derecho Penal? Pues la rama del derecho dedicada a tipificar las conductas que son consideradas delito y a establecer las correspondientes condenas privativas de libertad, según la gravedad y las circunstancias eximentes o agravantes de cada caso.
Todas aquellas que sean susceptibles de ser consideradas delito y que, por tanto, puedan ser castigadas con penas de privación de libertad.
Muchas de estas actuaciones o conductas cambian con frecuencia. Por ejemplo:
En general, los abogados penalistas intervienen en las siguientes circunstancias:
Si alguien ha sido detenido o acusado directamente de un delito, debe solicitar la asistencia de un abogado penalista. Mejor no aceptar los servicios de abogados especializados en otras remas del derecho.
En caso de estar involucrado en una investigación policial, lo más recomendable es buscar la asistencia de un abogado especializado en Derecho Penal.
Este tipo de abogado conoce al dedillo cómo proceder ante la policía y qué información debe o no proporcionar el investigado.
En estos pleitos, contar con un abogado penalista es toda una ventaja competitiva para el representado, tanto si es el acusado como si es el acusador. Su profundo conocimiento de la legislación penal asegura los mejores resultados en ambos casos.
Además, los abogados penalistas experimentados son muy proclives a llegar a acuerdos ventajosos para todas las partes implicadas.
En muchas ocasiones, es relativamente sencillo evitar un pleito por lo penal. Un abogado penalista puede ofrecer asesoramiento preventivo, explicando cómo ciertas acciones pueden convertir en delito una actuación que en principio no lo es, y viceversa.
Los conflictos económicos, tanto con implicados particulares como empresariales, pueden derivar en la comisión de uno o varios delitos económicos.
Las acusaciones más habituales suelen ser de fraude, de apropiación indebida y de insolvencia punible. En los casos de particulares, algunos de los acusados ni siquiera son conscientes de haber cometido ningún delito.
En todos estos casos, contar con un abogado penalista es la garantía de que el presunto implicado en un delito se enfrentará a la justicia en una posición mucho más ventajosa que si deja su representación legal en manos de un abogado generalista.