En cuanto a cuestiones climatológicas, nuestro país presenta climas muy cambiantes. Por eso, no es de extrañar que nos enfrentemos a numerosas olas de frío a lo largo del invierno y, en cuestión de semanas, nos veamos obligados a sacar las camisetas de manga corta de los armarios con el fin de combatir las primeras temperaturas veraniegas del año. Dada esta situación, podría parecer que los ciudadanos españoles están más que preparados para enfrentar los cambios que la meteorología trae consigo, pero no siempre es así.
De nada sirve contar con infinidad de prendas para adaptarse a las estaciones si nuestros hogares carecen del aislamiento necesario. No solo hablamos de proteger las puertas y las ventanas de las inclemencias del tiempo, sino también de hacer lo propio con las paredes y la estructura de cualquier construcción que se precie, en especial cuando se trata de tu domicilio. Si quieres saber más, a continuación te explicamos cuales son las ventajas de las fachadas ventiladas.
Antes de enumerar las ventajas de las fachadas SATE, nunca está de más explicar a qué hacen referencia. SATE es el acrónimo de sistema de aislamiento térmico por el exterior y, tal y como su propio nombre indica, proporciona una mejora de la eficiencia energética y la sostenibilidad de la casa o edificio que sea rehabilitado.
En los últimos años, se ha erigido en una de las soluciones más populares y efectivas del sector de la reforma, y a continuación te explicamos el porqué de su éxito.
Para empezar, las fachadas SATE se caracterizan por tener sus paredes exteriores cubiertas con materiales aislantes, lo que posibilita una reducción cuanto menos considerable de la transferencia de calor que se produce entre el interior y el exterior de la vivienda en cuestión.
De esta manera, los residentes no solo pueden presumir de experimentar una disminución del gasto en su economía, ya que la edificación resulta más eficiente desde un punto de vista energético, sino que, además, pasan a vivir en una construcción sostenible.
Si apuestas por una fachada SATE, tu hogar requeriría menos energía a la hora de mantener una temperatura constante en el interior. De igual manera, al reducir la necesidad de calefacción y refrigeración, esta rehabilitación traerá consigo una rebaja de las emisiones de gases de efecto invernadero y, por consiguiente, contribuiría a la sostenibilidad del medioambiente.
Por otro lado, no hay que pasar por alto la mejora de la acústica de tu casa. Olvídate de despertarte a deshoras por culpa de ruidos nocturnos provenientes del exterior o no poder concentrarte mientras teletrabajas a causa del tráfico de la calle. En caso de que cubras las paredes externas con materiales aislantes, también se produce una disminución del intercambio de ruido que tiene lugar entre las afueras del edificio y el interior del mismo.
Por si fuera poco, las fachadas SATE también traen consigo una revalorización de la construcción que ha sido rehabilitada, pues no hay que olvidar que los beneficios en términos de estética y diseño son numerosos. Cuando cubres sus paredes con materiales aislantes, la apariencia de la fachada cambia considerablemente y, con ella, su valor y atractivo visual. Asimismo, no importa el estilo arquitectónico que presente la versión original de la citada edificación, ya que no hay problema alguno a la hora de personalizarla en función de este último.
Cabe destacar que la reforma de la fachada no requiere de un desalojo generalizado del edificio, sino que permite que todos y cada uno de los integrantes de este último continúen adelante con su día a día debido a que las molestias son mínimas, al igual que tampoco supone un problema la formación de moho y grietas, de modo que aumenta su durabilidad y vida útil.
Independientemente de que quieras llevar a cabo una rehabilitación total o parcial de edificios, lo primero que tienes que tener en cuenta es el tipo de fachada SATE que deseas para ellos. Por suerte para ti, las opciones son muchas y muy variadas. Los materiales más comunes son los paneles de poliestireno expandido (EPS) y de lana mineral (MW), aunque hay otros como el poliestireno expandido de grafito (EPS-G) y poliestireno extruido (XPS).
El primero, el poliestireno expandido, se caracteriza por ser un material ligero y fácil de instalar, y como no podía ser de otra manera, presenta un buen rendimiento aislante. Mientras que el segundo, la lana mineral, dota a sus paneles de resistencia y durabilidad, ofreciendo una mayor protección acústica. Por su parte, el poliestireno expandido de grafito reduce los deslumbramientos y tolera perfectamente el valor del agua, al igual que el extruido, el cual sobresale también por su gran resistencia a los impactos.
Sin embargo, no hay olvidar que unos grandes almacenes o cualquier otra edificación de las mismas características también tienen la oportunidad de ser reformados con fachadas SATE. Una decisión cuando menos acertada, sobre todo si tenemos en cuenta que, dado su tiempo de vida, los paneles de dichos materiales posibilitan el incremento de su durabilidad y utilidad, así como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En definitiva, la rehabilitación de edificios con materiales SATE supone una inversión inteligente y sostenible, ya que ofrece beneficios significativos que acaban repercutiendo tanto en los propietarios como en la sociedad en general. Los motivos que se encuentran detrás de su éxito ya los hemos explicado, aunque nunca está de más recordarlos: reducción del coste de la energía (hasta un 60 % de las facturas), mejora de la salud de los residentes y aumento de la comodidad de estos últimos en su propio hogar.
En un momento como el actual, donde la subida del coste de vida y el cambio climático están a la orden del día, las fachadas SATE se vuelven casi una necesidad. ¿A qué esperas para empezar a disfrutar de sus múltiples ventajas?